Discurso sobre la servidumbre voluntaria fue escrito “en honor de la libertad y contra los tiranos”, según Michel Montaigne. Ensayo que ha superado la prueba del tiempo y llega a los lectores de hoy con la urgencia que la circunstancias exigen.

Breve en sus extensión, diáfano en su contenido, y elegante en su forma. Discurso de la servidumbre voluntaria, de Étienne de la Boétie, es un opúsculo que resuena en la conciencia de quienes lo leen. Que indigna y da coraje para enfrentarse al propio envilecimiento, cuando las tiranías se nutren de la propia pusilanimidad de los tiranizados. Hace temblar a aquellos que logran verse del lado del poder más ignominioso y ruin, cómplices del oprobio.

Con casi quinientos años de escrito, la ambición de poder y el llamado imperioso de la libertad hacen de Discurso de la servidumbre voluntaria un clásico. Esta nueva traducción de Max  Flint así lo confirma.

 Es inquietante que la angustia que animó a Etienne de la Boétie a escribir este ensayo hace casi quinientos años siga teniendo vigencia y actualidad, señala Laureano Marquez en el prólogo de esta edición.

Y se pregunta Marquez: -¿ qué mueve a tantos- que unidos son una fuerza mayor que cualquier voluntad individual- a someterse al capricho tiránico de un solo hombre? -¿por qué se dejan manipular, engañar, acobardar y envilecer hasta el punto de enajenar lo más preciado, que es la propia libertad?

“Parece que es un rasgo distintivo de la evolución política de la humanidad la búsqueda de líderes o conductores en quienes depositar su lealtad absoluta y su destino, sin atender a lo que, indica la razón. Según La Boétie, solo en libertad el ser humano puede desarrollar sus potenciales, progresar y ser feliz “.

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