Cómo el chavismo entregó Venezuela a unos hechiceros
(NP) En Los brujos de Chávez: la magia como prolongación de la política, David Placer revela cómo la élite chavista consultó sin vergüenza a distintos sacerdotes, curanderos e incluso charlatanes para tomar decisiones de alcance nacional o intentar salvar a su líder enfermo Al periodista venezolano David Placer (Premio Miguel Otero Silva de investigación), un…

(NP) En Los brujos de Chávez: la magia como prolongación de la política, David Placer revela cómo la élite chavista consultó sin vergüenza a distintos sacerdotes, curanderos e incluso charlatanes para tomar decisiones de alcance nacional o intentar salvar a su líder enfermo
Al periodista venezolano David Placer (Premio Miguel Otero Silva de investigación), un sabueso que se ha dedicado a investigar las fortunas de los chavistas en España, le tomó varios viajes de meses y dos años de trabajo terminar la que considera la mayor investigación de su carrera: determinar hasta qué punto el chavismo se vinculó desde el inicio, y desde las más altas de sus jerarquías, con el espiritismo, la religión santera y unas cuantas supersticiones.
Su libro Los brujos de Chávez (tercera edición, aumentada y corregida), ya en las librerías bajo el sello La Hoja del Norte, cuenta cómo el régimen cubano aprovechó la debilidad de Chávez por la santería para crear una red de babalawos de la isla en toda la administración pública, tras lo cual nadie podía sorprenderse de que el presidente muerte celebrara un ritual santero, en vivo por televisión, ante los restos del Libertador Simón Bolívar. En el Palacio de Miraflores se creó una sala para los ritos espiritistas, y Chávez acudió a numerosos lugares considerados sagrados por los fieles de esas prácticas religiosas, tratando en vano de conjurar la profecía de una vieja amiga, quien le vaticinó leyendo las cartas que él moriría de muerte natural antes de cumplir los 60 años.
Placer tuvo acceso a muchas fuentes, incluyendo adivinos y sacerdotes, y compuso con notable habilidad este gran reportaje que seguro tendrá un lugar permanente en la bibliografía sobre la era chavista. El autor concluyó que lo mágico religioso era el verdadero centro del movimiento, no lo ideológico ni lo militar ni lo político, y que el esfuerzo por convertir al caudillo muerto en un santo popular fue la consecuencia natural de un culto a la personalidad que se manejó como una religión. Para David Placer, así como la política ha sido vista por algunos como una prolongación de la guerra, el chavismo vio la brujería como una prolongación de la política.
Editorial Dahbar es uno de los más importantes espacios para la publicación del periodismo de investigación y el ensayo que existen hoy en Venezuela. Ha publicado auténticos best sellers nacionales como Estado delincuente y El gran saqueo, de Marcos Tarre y Carlos Tablante, así como El prisionero rojo, de Iván Simonovis, y Afiuni: la presa del comandante, de Francisco Olivares.