Gerhard Steidl, el editor que todavía cree en el papel
Gerhard Steidl es un alemán que casi siempre convierte sus sueños en realidad. No solo es uno de los mejores editores de libros de fotografía del planeta, uno de los más obsesivos con los detalles y la calidad, sino que ha fundado una casa para el arte en su ciudad. Ahora desarrolla un proyecto comunal

27 de junio de 2022
Por Sergio Dahbar
Este es un buen año para el arte. Kassel y Venecia convocan a aficionados, especialistas, críticos, turistas y marchands. La Documenta – que tiene lugar en Kassel y es una de las grandes citas con el arte contemporáneo– ocurre cada cinco años y dura cien días. Fue inaugurada el pasado 18 de junio de 2022. La Kunsthaus Göttingen, que abrió sus puertas recientemente, ha establecido un diálogo con la Documenta y muestra el proyecto “impresión de futuros”.
El papel será el centro de atención como medio artístico. Para el editor y director fundador de este centro cultural, Gerhard Steidl, uno de los grandes editores de Europa y el mundo, este proyecto es también un “sueño” hecho realidad.
La Kunsthaus Göttingen es una casa donde habita el arte contemporáneo. Allí se realizan ideas, se transportan materiales, como obras de arte, cuadros y similares, que luego se cuelgan en la pared. La idea de la Kunsthaus surgió en 1970, cuando Steidl acudió ante el departamento cultural del ayuntamiento de Göttingen y planteó que debía haber un espacio para exposiciones y eventos de arte contemporáneo, música, teatro y lecturas. Le respondieron que era imposible. Querían desarrollar almacenes y tiendas en las galerías de la ciudad, para generar ingresos por impuestos comerciales. El arte debía quedar en las afueras de la ciudad: en la nave industrial.
Han pasado los años y se han sucedido diferentes partidos en el ayuntamiento. Hace 15 años hubo una mayoría que dijo: “queremos hacerlo ahora”. Steidl tenía un terreno sin urbanizar en el corazón de la ciudad y lo ofreció: ahí se construyó Kunsthaus Göttingen. “El subtítulo de la exposición es ‘obras sobre papel, fotografía, dibujos, estampas, aguafuertes, litografías, serigrafías, carteles y por supuesto libros’. Así que todo lo que pasa por mis dedos y por mi cabeza también pertenece a las paredes de la Kunsthaus’’.
“Dos años atrás examiné el concepto de la Documenta de este año 2022, que fue elaborado por el grupo curatorial indonesio ruangrupa. Me fascinó. No se trataba de invitar a grandes artistas y grandes galerías para presentar arte contemporáneo o arte en un futuro próximo, y luego hacer un gran negocio con ello, sino que dijeron: ‘en la próxima documenta invitaremos artistas de todo el mundo y trabajamos juntos como un gran colectivo’. Así que solicité que el Kunsthaus Göttingen fuera un satélite de estos escenarios del arte. Bajo el título ‘Imprimiendo futuros-arte para el mañana’ invitamos a siete artistas y grupos de artistas que actualmente trabajan en papel en nuestra casa y que, el día de la inauguración, comenzarán a llenar las paredes con fotos, dibujos, quizás caricaturas, textos y poemas Al final de 100 días, se crearán alrededor de 30 libros, que produciremos durante este período con los artistas de Kassel y Göttingen”.
Kunsthaus Göttingen tiene un invitado de honor
Es uno de los cofundadores del arte pop. Está celebrando su 87 cumpleaños en Göttingen estos días: “Todavía está en plena forma y lleno de energía’’, agrega Steidl. Los otros artistas no son tan conocidos, pero ese es el concepto. Es un viaje de descubrimiento. Hay fotos de Shahidul Alam de Bangladesh, quien documentó la situación de los rohingya, minoría musulmana apátrida de Myanmar.
Su último éxodo comenzó el 25 de agosto de 2017, cuando estalló la violencia en el estado de Rakhine, en Myanmar, lo que obligó a 723.000 a buscar protección en Bangladesh. Otro artista trata fotográficamente el trabajo infantil en Pakistán de la artista de Delhi Dayanita Singh. Ha desarrollado un mercado de libros para India y está presentando el concepto en Göttingen. Son todas personas que trabajan con papel y lo utilizan como técnica de comunicación.
Pero, quién es Gerhard Steidl
Gerhard Steidl es uno de los mejores impresores de libros del planeta y una curiosidad de la Alemania contemporánea. Es un artesano inigualable, un hombre atento a los detalles y al estilo, y un extrañísimo productor de belleza. A su manera, sigue la tradición de Johannes Gutenberg, el mago de la impresión del siglo XV.
Lo llaman el monje del libro y hay demasiadas razones para que ese mote tenga sentido. Gerhard Steidl cumplió 70 años y ha pasado buena parte de esa vida en Göttingen, la ciudad alemana donde vino al mundo a una hora de Frankfurt. El otro lugar donde ha transcurrido buena parte de su existencia es en el área ejecutiva de los aviones de Lufthansa.
Steidl es uno de los mejores impresores de libros de fotografía que se conozcan y viaja constantemente por el mundo para visitar a sus autores o para presentar trabajos en grandes ferias internacionales.
Como si acaso fuera posible unir en una elipsis el hueso que lanza el mono al comienzo de la fábula de anticipación 2001, Odisea del espacio y la nave espacial en órbita como dos momentos cruciales de la civilización, Gerhard Steidl tiene una anécdota parecida que lo une a Johannes Gutenberg, el otro mago de la impresión.
Una infancia con aroma a papel
Cuando Steidl era un niño de siete años, su padre no lo llevó a conocer el hielo, sino a ver cómo eran las páginas de una Biblia de 42 líneas que el orfebre maguncino realizó en 1450 y que cambió la historia de la difusión de la cultura para siempre.
Como Rimbaud, Steidl sentó a la belleza en sus piernas y la encontró amarga. Al observar una de las cuatro biblias impresas por Gutenberg, se decepcionó. “Digamos que fue interesante. Pero no me impresionó”, fueron sus palabras. La encontró rústica. Esperaba más. A pesar de este primer choque, Steidl siente que camina sobre la tradición del hombre que inventó la imprenta de tipos móviles moderna.
Después de estudiar advirtió que lo apasionaban el diseño gráfico y la impresión de libros. Tenía 17 años, y corría el año 1967. Una exposición de Andy Warhol, en Colonia, cambió su forma de pensar. Conoció al artista. Se interesó por los colores saturados de su obra. Steidl quería saber más sobre su técnica de serigrafía. A su regreso a Göttingen, comenzó a desarrollar su estudio.
Lejos de la producción en masa
Otros artistas, como Joseph Beuys y Staeck Klaus, advirtieron un brillo en sus ojos, una inquietud por aprender, una madera natural para convertirse en un artesano excepcional con una profundidad notable en el aprovechamiento de la tecnología.
“Joseph Beuys fue mi maestro. Desde 1972 hasta su muerte, produje la mayor parte de sus múltiples grabados. Me ayudó a apreciar el valor de materiales inusuales y a entender que podía crear obras de arte, si los manejaba con sumo cuidado y atención al detalle. Desde entonces, he buscado el desafío y la emoción de trabajar con técnicas y materiales no convencionales que me alejen de la producción en masa”, le confesó Steidl a Rebecca Mead (The New Yorker).
Su apellido hoy combina una suma creativa imposible de encontrar en otros impresores dedicados a la edición de libros artísticos. Es un artesano que ha creado una boutique, que a su vez es capaz de distribuir globalmente, a precios reducidos y asequibles para todo el mundo. ¿Se le puede pedir más?
El centro de operaciones de Steidl, sus cuarteles de invierno, son conocidos en el mundo del arte: Steidlville, un conjunto de edificios que ha recibido a visitantes célebres, como los premios Nobel Günter Grass y Halldór Laxness.
Su marca de fábrica son los libros de fotografía, y hoy en su catálogo brilla lo más influyente del mundo: Ed Ruscha, Richard Serra, Joel Sternfeld, Mitch Epstein, Bruce Davidson, Susan Meiselas, Karl Lagerfeld, Péter Nádas, Henri Cartier-Bresson, Gerard Malanga, Lewis Baltz, Bill Brandt, Philip-Lorca diCorcia, Jim Dine, Roni Horn, Paolo Roversi, Christopher Wool o Jürgen Teller.
También produce diseños y estampados para Chanel, Fendi, Lagerfeld, Elizabeth Arden o Yohji Yamamoto. También imprime libros de fotografía de Thames & Hudson, Scalo Schirmer y Mosel.
Coleccionista de curiosidades
Steidl trabaja con 45 empleados y controla cada paso del proceso: la edición, el diseño, la tipografía, la impresión, la comercialización y las relaciones públicas. Obsesionado con los detalles y la perfección, como solo un alemán puede estarlo, los fotógrafos más célebres saben que deben esperar días para ser atendidos por este hombre que diseña hasta el menú que les servirán a sus invitados en el hotel de su propiedad. “Superviso todos los aspectos, desde la idea inicial del artista al objeto libro. Así puedo garantizar un estándar de calidad que de otra manera sería muy difícil”.
Steidl es un coleccionista de curiosidades
Le gusta tener a los autores cerca para consultarles detalles. Por eso puede despertarlos a la medianoche y tener con ellos conversaciones de horas para discutir calidades de papeles o tintas prodigiosas. Cuando viaja a París, para supervisar las impresiones de las imágenes de Chanel, lo hace en un Volkwagen Phaeton, al que le cambian el asiento de copiloto por una cama. No le gusta pasar demasiado tiempo fuera de Göttingen.
En 2020 obtuvo el premio Gutenberg de la Sociedad Internacional Gutenberg de la ciudad de Mainz, un reconocimiento a un trabaja excepcional en la edición de libros de fotografía de artistas de renombre internacional. Un galardón que también obtuvieron Umberto Eco y Alberto Manguel, entre otros.
En Göttingen nació, y allí morirá, sin duda. Y muy cerca hizo un entrenamiento que le marcó la vida: asistió a un programa que había en Alemania después de la guerra, para familiares de militares. Internaban a los niños en campos de concentración para que supieran cómo había sido el lado oscuro de Alemania.
Allí entendió que los oficiales nazis vivían fuera de los campos y eso era malo. Porque en sus casas todo era bello y en el campo imperaba la muerte. Desde entonces supo que trabajaría y viviría en el mismo sitio, para que su trabajo se pareciera a su casa. Lo ha logrado hoy en los espacios donde desarrolla sus libros como obras de arte y en Kunsthaus Göttingen, una nueva casa para soñar con un futuro diferente.
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